Tras el tratamiento profesional adecuado es posible eliminar el exceso de pigmentación de forma visible. Sin embargo, se trata de un proceso dinámico, donde el desequilibrio que las formó puede provocar la reaparición. Por eso, a pesar de no ver las manchas, es imprescindible la aplicación de un tratamiento despigmentante regulador diario y fotoprotección todo el año para evitar la repigmentación.
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